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lunes, enero 17, 2011
Alimentación de la mujer embarazada
La salud de la mujer antes de la concepción influye de forma decisiva en la evolución del futuro embarazo.
Concretamente, el estado nutricional y los hábitos alimentarios de la futura madre son factores directamente relacionados con la salud de la gestante y de su hijo. Se trata, por lo tanto, de un período muy adecuado para revisar los hábitos y estilos de vida.
Es aconsejable que la mujer tenga un peso adecuado antes del embarazo, que reduzca o suprima el consumo de tabaco y bebidas alcohólicas, y que lleve a cabo una alimentación variada y equilibrada, tal y como se aconseja al resto de la población adulta . En el caso de mujeres que sigan pautas alimentarias alejadas del equilibrio anteriormente propuesto (vegetarianas estrictas, macrobióticas, crudivoristas...) será conveniente que se asesoren con profesionales sanitarios expertos en temas de alimentación (dietistas y nutricionistas), para revisar con meticulosidad el consumo de alimentos habitual y ver de esta manera cómo pueden complementarse los posibles déficits ocasionados.
Durante el embarazo, la mujer suele recibir muy diversas informaciones de distintas fuentes sobre «lo que debe y lo que no debe hacer», en especial, acerca de la alimentación que se supone que debe seguir. ¿Hay que comer por dos? Famosa frase que a continuación intentaremos desmitificar.
Es cierto que a partir del primer trimestre de embarazo se detecta un aumento de las necesidades nutricionales debidas al crecimiento del feto, que normalmente la mujer acostumbra a cubrir con un espontáneo aumento de la ingesta de alimentos. Los especialistas calculan que el aumento de necesidades energéticas se cifra en unas 350 calorías a partir del primer trimestre, sobre la ingesta realizada habitualmente.
Por lo tanto, ya vemos que no se trata de doblar el consumo, ni mucho menos. Los únicos nutrientes que con frecuencia suelen ser deficitarios en las dietas habituales de las mujeres embarazadas en nuestra sociedad son el hierro y el ácido fólico y, en ocasiones, también se observan ingestas deficitarias en calcio.
Fuente nutricion.doctissimo.es
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