Descubre qué hacer cuando las bacterias se salen de control.
En el cuerpo humano habitan bacterias que en condiciones normales conviven en armonía con su huésped. Estos microorganismos, cumplen una función de defensa al poblar las paredes del órgano y evitar que las bacterias nocivas puedan instalarse en su lugar y causar daño.
Las mujeres tenemos una flora vaginal compuesta por bacterias, conocidas como Lactobacilos, que protegen de infecciones. Cuando se reproducen en exceso, se da lugar a una infección conocida como vaginosis bacteriana (VB), que en ocasiones, va acompañada de flujo vaginal, olor, dolor, picazón o ardor, como explica el Centro para el Control y la Prevención de las Enfermedades.
Causas y síntomas de la vaginosis bacteriana
La vaginosis bacteriana es la infección vaginal más frecuente en las mujeres en edad fértil, la presencia de un flujo vaginal diferente del habitual puede ser indicio de la infección, por lo cual se debe consultar a su médico ginecólogo quien tomará una muestra de la secreción y la enviará a analizar para detectar la presencia de las bacterias causantes de la infección e indicar el tratamiento adecuado.
Algunas conductas como tener relaciones sexuales sin el uso de preservativos, tener múltiples parejas sexuales, utilizar duchas vaginales indiscriminadamente, incrementarán el riesgo de contraer la Vaginosis Bacteriana.
El papel que desempeña la actividad sexual en el desarrollo de la vaginosis bacteriana tampoco está claro. A diferencia de otras infecciones que se manifiestan en los genitales, esta infección no ocurre por transmisión sexual. Además, una vez tratada y curada puede volver a darse.
Tratamiento y prevención de la V.B.
El tratamiento de la V.B. consiste en el suministro de antibióticos, orales o en forma de cremas u óvulos vaginales. El antibiótico elimina las bacterias y tiene una rápida efectividad en la cura de la vaginosis bacteriana, si se cumple con todo el tratamiento prescrito. Esto es fundamental en las mujeres embarazadas ya que la VB aumenta el riesgo de parto prematuro o de tener bebés con bajo peso al nacer.
Realizar el tratamiento completo evita complicaciones de la vaginosis, por ejemplo la enfermedad inflamatoria pélvica (EIP) que es la infección del útero y las trompas de Falopio. La EIP puede llegar a provocar infertilidad o daños en las trompas de Falopio, aumentando el riesgo de un embarazo ectópico (fuera del útero) e infertilidad en el futuro.
Fuente: mujerysalud.com
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