Evita disgustos en tu salud y en tus relaciones sexuales. Fíjate en
estos consejos que debes seguir para mantener una buena higiene íntima.
Tu salud está en juego.
Tan importante como tu higiene diaria lo es la íntima, aquella cuyo
objetivo es mantener la salud de tus órganos genitales de manera que te
sientas bien, protegida frente a infecciones, escozores, picores,
sequedad o problemas más graves, permitiéndote, además, disfrutar
plenamente de tus relaciones sexuales.
Conocer tu propio cuerpo y liberarte de antiguos prejuicios son las
premisas básicas para que tu higiene íntima sea algo tan natural como la
ducha diaria. Salvo que exista algún tipo de infección o enfermedad, el
cuidado de esta zona, tan delicada, debe limitarse al área externa, es
decir, a la vulva (labios mayores, menores y clítoris) y no a la
interna, la vagina.
La vagina es un órgano extraordinario, uno de esos prodigios de la
naturaleza que hacen que nuestro cuerpo sea una maquinaria casi
perfecta, ya que es capaz de “autolimpiarse” al expulsar, de forma
natural, el flujo vaginal normal (especialmente durante la ovulación).
Además, cuenta con su propia flora bacteriana pensada para protegerse
ante cualquier ataque de organismos infecciosos, algo que no debe
alterarse.
10 Consejos básicos
1. Bien durante la ducha diaria o de forma independiente, si lo
prefieres, lava la zona de la vulva con un jabón neutro (puede ser el
que utilizas habitualmente) y retira el gel con agua abundante, de
manera que elimines la totalidad del producto. Pon especial cuidado en
los pliegues característicos de los labios.
2. El secado es tan importante como el lavado. Hazlo a conciencia,
eliminando cualquier resto de humedad y utilizando, preferiblemente, una
toalla personal y exclusiva para esta zona (de bidet). La humedad puede
convertirse en un medio excelente para la supervivencia de hongos o
bacterias.
3. Olvídate de duchas vaginales a no ser que te las haya aconsejado un
médico. No son necesarias y además podrían alterar el ph y la flora de
la vagina.
4. No utilices esponjas o guantes durante el aseo de esta zona, cuya
piel es muy delicada y sensible. No hace falta en absoluto y podrías
causarte una innecesaria irritación. Además, tus propias manos limpias
resultarán mucho más higiénicas que cualquier esponja y te servirán para
detectar con prontitud cualquier anomalía, un grano, un bulto…
5. La ropa que utilizas también influye en la salud de tu zona corporal
más íntima. Elige principalmente ropa interior de algodón y evita ir
constantemente demasiado “apretada”. Pantalones ajustados y de costura
dura y marcada (tipo vaqueros pitillo), medias de lycra o cualquier otra
prenda que impida la correcta ventilación de la vagina son poco
recomendables para un uso continuado (un día, por supuesto).
6. Como no siempre es sencillo renunciar a esos pantalones que te
encantan, procura contrarrestar los efectos de la ropa ceñida durante la
noche, durmiendo con prendas muy holgadas y si es sin ropa interior,
mejor.
7. Un detalle que realizas casi sin darte cuenta a diario puede
contribuir a evitar de manera muy sencilla múltiples infecciones. Cuando
vayas al servicio recuerda siempre limpiarte desde la vagina hacia el
ano y nunca al contrario.
8. Utiliza con precaución y de manera esporádica desodorantes y
aerosoles vaginales. Recuerda que es una zona muy sensible, propensa a
irritaciones. Comprueba siempre que no eres alérgica a alguno de los
componentes de este tipo de productos.
9. Después de una relación sexual, disfruta del momento y no te agobies
ni te preocupes por “salir corriendo” para eliminar cualquier fluido.
Aun así, si habéis utilizado algún tipo de gel lubricante o espermicida
es conveniente su eliminación total tras la relación.
10. Recuerda que mantener esta zona lo más seca posible es importante
como método preventivo ante posibles infecciones, algo con lo que
deberás tener especial cuidado en los periodos de menstruación, en el
caso de utilizar compresas específicas para mantener las pérdidas de
orina bajo control o simplemente a la hora de cambiarte de bañador
durante la época estival.
Fuente: mujerdeelite.com
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