Siempre nos han dicho que esta prenda íntima es la mejor herramienta para mantener nuestro pecho firme, pero recientes investigaciones demuestran precisamente lo contrario.
Una de las cosas que más adoramos hacer al llegar a casa es librarnos del sujetador, y así darle paso a la comodidad después de todo un día usándolo. Sin embargo muchas mujeres sienten remordimiento de pasar demasiado tiempo sin él, y algunas más extremas lo usan incluso para dormir.
Y es que, desde siempre, hemos escuchado que el uso del sujetador ayuda a prevenir que nuestro pecho se caiga antes de tiempo, ofreciendo soporte y permitiendo además lucir un escote sensual. Pero la ciencia ahora demuestra que nuestras creencias al parecer estaban muy erradas.
La Universidad Besançon, ubicada en Francia, fue la encargada de conducir un estudio realizado a lo largo de 15 años en 330 mujeres de entre 18 y 35 años que accedieron a participar, evaluando de forma rigurosa los cambios que presentaban los senos de las voluntarias durante todo este tiempo. Quienes usaban sujetador de forma frecuente mostraron una mayor flacidez y deterioro de la mama tras 15 años que aquellas que no lo utilizan. De hecho el grupo libre de esta prenda íntima mostró mejor tonificación además de un cambio favorable en la posición del pezón, que se levantó hasta 7 milímetros al año en algunos casos.
Las pruebas demuestran que su eficacia para prevenir la flacidez y evitar los efectos de la gravedad no es la que se piensa, pues al usarla limitamos el crecimiento del tejido de soporte de la mama beneficiando la flacidez. Eso aunado a que la mayor parte de las mujeres eligen de forma equivocada el sujetador, hacen que la decisión de librarnos de él y andar como Dios nos trajo al mundo cobre mucha fuerza.
Via .nosotras.com
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