Una de las zonas que se vuelven más sensibles durante el embarazo es el busto. Es importante saber cuidar esta zona que se va a convertir en el conector entre la mamá y el bebé.
Los pechos se hinchan, aumentan de volumen y de sensibilidad, todo esto se debe a la formación de la leche materna.
Por eso, es fundamental tomar las precauciones necesarias para evitar problemas como estrías o heridas en los senos, que son la fuente principal de alimento del bebé. He aquí algunos consejos al respecto:
Adquirir corpiños para embarazada, que poseen un buen soporte en las tazas, breteles anchos, broches ajustables y sujetan bien entre otros beneficios. Cuando termine de ducharse, colocar los pechos bajo el chorro de agua fía o pasar un hielo sobre los mismos, realizando movimientos circulares.
Practicar ejercicios sencillos, como levantar los brazos, hacer movimientos circulares y cargar un poco de peso con movimientos continuos. Otros cuidados que debemos llevar a cabo diariamente es la aplicación de cremas anti-estrías, hidratantes y nutritivas, masajeando bien todo a la zona, pero sin ejercer demasiada presión.
Para los pezones, es importante que estén en constante hidratación durante los dos últimos meses del embarazo, hay que recordar que no se debe jabonar mucho esa zona porque se perdería la lubricación especial y natural que las glándulas de Montgomery ofrecen.
Como ves, el cuidado y la prevención te permitirán proteger tus pechos y evitar el desgaste natural que se produce durante la lactancia del bebé.
Via .mujerok.com
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