Muchas mujeres suelen padecer de ansiedad y desesperación durante los primeros días de dieta. He aquí la realidad de cientos de personas, quienes se ven en la difícil situación de sobrevivir a los nuevos regímenes alimenticios.
A pesar que cada vez somos más conscientes del peligro que supone el consumo excesivo de grasas, no es fácil tomar la decisión de cambiar nuestra rutina alimenticia y apostar por una dieta balanceada. De hecho, la alteración del régimen alimenticio no tarde en revelar sus primeros síntomas; uno de ellos la ansiedad. He aquí el motivo de nuestro tema.
Si tenemos en cuenta las cifras de la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN), que estima el interés de un 20% de la población en la práctica de dietas, descubriremos que la mayoría de personas suele preocuparse explícitamente en una cuestión estética.
Sin dejar de lado el tema de la belleza que a tantas mujeres nos interesa, la rutina de una dieta nutritiva va más allá de la simple apariencia que proyectamos. Si bien es cierto, adelgazar supone un mejor estado de ánimo y una motivación para sentirnos regias, el tema de la salud debe ser la principal inspiración para mantener una vida sana y ordenada.
El problema se presenta cuando algunas mujeres, en su afán desesperado por obtener resultados rápidos, caen en la ansiedad por acelerar la reducción de peso, o peor aún, no pueden soportar el nuevo estilo de vida, sufriendo por llevarse un bocado a la boca.
Si estás padeciendo de ansiedad y desesperación ante los últimos cambios que supone la práctica de una dieta equilibrada, presta atención a los siguientes consejos que te presentamos:
Comenzar una dieta no es tarea fácil, especialmente si eres de las personas que estuvo acostumbrada a comer en demasía sin preocuparse por el tema de la salud. Cuando la belleza queda en segundo plano y los problemas de enfermedades saltan a la vista, la dieta se convierte en una prioridad que debemos cumplir por nuestro propio bien.
Por lo general, la ansiedad se origina a partir del estrés que ocasiona el consumo de alimentos completamente diferentes. Es importante iniciar una nueva rutina alimenticia a partir de pequeños cambios que podamos controlar.
Está comprobado que un 40% de personas suelen seguir una dieta sin el seguimiento profesional de un nutricionista o especialista en el tema. Es indispensable tener el diagnóstico y las recomendaciones de un médico que pueda evaluar nuestro progreso.
También se ha demostrado que las mujeres son más propensas a sufrir de esta ansiedad que suele desencadenar varios problemas digestivos y enfermedades. La desesperación de no poder comer lo que deseas o no conseguir resultados inmediatos se reflejan notoriamente en el aumento de los niveles de adrenalina, evitando que el consumo de nutrientes haga su trabajo.
En pocas palabras, la ansiedad puede conllevar a un serio empeoramiento del estado físico y saludable de la mujer, elevando el riesgo de padecer de enfermedades que requieran un cuidado mayor. Ten paciencia y evita que la ansiedad te juegue una mala pasada.
Via mujerok.com
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