En general, la migraña es una enfermedad de origen neurológico que afecta más a las mujeres que a los hombres. Más del 25% de las mujeres en edad reproductiva padecen crisis de migrañas y en el 70% de los casos se relacionan con el ciclo menstrual y los cambios hormonales.
CAUSAS
El comienzo de las crisis de migraña se asocia a la menarquia, primer sangrado de la mujer y empeora con las siguientes menstruaciones.
La migraña menstrual tiene su origen en la caída repentina en los niveles de esteroides ováricos (estrógenos) que ocurre después de la ovulación y antes de la menstruación.
Esta caída de estrógenos no es el único desencadenante de la migraña, los estrógenos se relacionan con diferentes neurotransmisores como catecolaminas, serotonina, dopamina, endorfinas, etc. que pueden tener también un importante papel en el desarrollo de la migraña menstrual.
Se cree también que los niveles altos de prostaglandinas en el endometrio uterino durante la menstruación pueden generar dolores de cabeza.
TIPOS
Se distinguen dos tipos de migrañas: la “migraña menstrual verdadera” (migraña menstrual pura) y la “migraña asociada a la menstruación”.
La “migraña menstrual verdadera” (migraña menstrual pura) se define como la crisis de migraña sin aura, con dolores de cabeza recurrentes que pueden estar acompañados de otros síntomas y que ocurren de forma regular únicamente durante los dos días previos al inicio de la menstruación y los dos primeros días de sangrado. No aparecen en ningún otro momento del ciclo.
El aura es un conjunto de síntomas específicos que, comúnmente, se experimenta como una distorsión en la visión.
La “migraña asociada a la menstruación” se diferencia de la verdadera en que la crisis de migraña se puede dar desde dos días antes de la menstruación hasta el último día de ésta y que puede aparecer también en otros momentos del ciclo.
La migraña menstrual no se debe confundir con la cefalea tensional que puede tener lugar también durante la menstruación.
Las migrañas, normalmente, mejoran a partir del segundo trimestre de embarazo pero vuelven a aparecen después de dar a luz, en el postparto, esa mejoría se debe al aumento gradual de estrógenos durante el embarazo.
TRATAMIENTO DE LA MIGRAÑA MENSTRUAL
Terapia preventiva
La migraña menstrual se puede prevenir estabilizando los niveles de estrógenos mediante suplementos de estrógenos administrados de forma cutánea, transdérmica o subcutánea.
En la prevención a corto plazo encontramos los agonistas serotoninérgicos, los antiinflamatorios no esteroideos (AINE) y el magnesio. En la prevención a largo plazo, tenemos la terapia hormonal y los agonistas dopaminérgicos.
Existe otra opción terapéutica que consiste en la toma de anticonceptivos orales (ACO) con dosis bajas de estrógenos durante 3 ó 4 meses sin descanso con el fin de mantener los niveles estrogénicos altos durante todo el ciclo menstrual.
Los efectos de la píldora son variables, hay mujeres que se benefician y otras que, por el contrario, sufren dolores de cabeza más intensos, esto dependerá también de la dosis de estrógenos que tengan los anticonceptivos.
Terapia de la fase aguda
El tratamiento médico con fármacos suele ser necesario sobre todo en la fase aguda donde la migraña se acentúa.
Para tratar el dolor se pueden tomar analgésicos y/o antiinflamatorios no esteroideos (AINE) como naproxeno, ketoprofeno, ibuprofeno,etc. o combinados. Otra fórmula efectiva es tomar aspirina junto con paracetamol y cafeína.
Las dosis dependerán de la intensidad de la migraña y para que sean efectivos se recomienda tomarlos de dos a tres veces al día.
También se deben evitar aquellos factores que pueden agravar las crisis de migraña como consumir alcohol y alimentos que contienen tiramina como los quesos o feniletilamina como los chocolates.
Llevar un estilo de vida saludable con la práctica de ejercicio de forma regular y con un hábito regular de sueño es recomendable para prevenir las crisis de migraña.
Via reproduccionasistida.org
0 comentarios:
Publicar un comentario