Durante los tres trimestres en los que se divide el embarazo pueden establecerse una serie de cambios emocionales, sin grandes distinciones en los periodos, el principal, es el estrés, pero pueden notarse otras series de alteraciones como alegría, tristeza, miedo, etc.
Los sentimientos de alegría y tristeza son muy comunes en esta etapa ya que nos sentiremos emocionalmente muy sensibles. Así ocurrirá que fácilmente nos pondremos alegres o tristes y en ocasiones no podremos comprender por qué nos encontramos deprimidas.
También es probable que, dentro de los aspectos emocionales en el embarazo, al principio del mismo nos angustiemos y sintamos miedo al pensar, por ejemplo, en la posibilidad de perder al bebé. Otra fuente de miedos durante el embarazo los encontramos en los malestares comunes de la gestación.
Al final del embarazo nos puede atemorizar la idea de anormalidades físicas en nuestro bebé, el que nazca antes de tiempo, el que no respire o llore al nacer, el no ser capaz de ser una buena madre, el cometer errores imperdonables como dejar caer al pequeño, el no poder enfrentar la tarea diaria de atenderlo y el dolor de parto.
Todos estos temores son frecuentes, no somos la única que nos sentimos así, afortunadamente estos momentos son los menos ya que la mayor parte del tiempo nos sentiremos completamente tranquilas y con una agradable sensación de plenitud y orgullo.
Es posible que experimentemos, dentro de los aspectos emocionales en el embarazo, confusión de sentimientos con respecto a nuestro embarazo, estos sentimientos pueden llegar a poner en entredicho a nuestros propios ojos, nuestra capacidad de sobrellevarlo y de poder manejar adecuadamente las necesidades del futuro recién nacido.
Podemos tener sentimientos de culpa al no aceptar el embarazo desde su inicio, porque éste nos impide continuar con nuestro ritmo de vida, porque nosotros o nuestra pareja no deseamos un hijo en este momento o porque ya tenemos varios y no queríamos más.
Es importante que sepamos que es un sentimiento completamente normal; el embarazo es un gran cambio y como tal genera miedo. Debemos tener claro que superaremos este sentimiento a medida que avance el embarazo y al aceptar lo especial de este evento.
Sin embargo, entre los aspectos emocionales en el embarazo, cuando el estrés físico o emocional se acumula y alcanza niveles excesivos, puede ser perjudicial para la mujer embarazada. Los efectos a corto plazo del exceso de estrés incluyen fatiga, insomnio,
ansiedad, poco o demasiado apetito y dolores de cabeza y de espalda.
El sufrir mucho estrés durante un período de tiempo prolongado puede contribuir a provocar problemas de salud potencialmente graves, como una menor resistencia a las enfermedades infecciosas, alta presión arterial y enfermedades cardíacas.
Los estudios también sugieren que los niveles elevados de estrés pueden suponer riesgos especiales durante el embarazo.
La buena noticia es que para la mayoría de las mujeres el estrés no suele causar problemas durante el embarazo. Las mujeres embarazadas a las que les preocupe el nivel de estrés en su vida y su capacidad para manejarlo, deberían hablarlo con su médico.
Via embarazosemanasemana.com
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