El ser madre es uno de los acontecimientos más maravillosos que puede tener una mujer en su vida: pero además de la alegría, los cambios en la vida y demás, la dieta también debe ser muy tenida en cuenta, sobre todo, en el posparto, o después del parto. En este post compartimos con ustedes una serie de consejos para que la alimentación de la flamante madre sea equilibrada y suficiente.
Una premisa a considerar es que la dieta debe incluir alimentos ricos en fibra, hierro, vitamina C y zinc, entre otros nutrientes esenciales.
Vale recordar que se entiende por “posparto” a las ocho semanas inmediatas posteriores al alumbramiento, las que constituyen un período de adaptación, tanto a nivel psicológico como fisiológico.
En caso de que el parto haya sido natural, desde la Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia se aconseja consumir variado y liviano, y no excluir casi ningún tipo (salvo los productos grasos en demasía, o con alto nivel de carbohidratos simples).
En caso de que haya habido cesárea sí hay ciertas diferencias: la mujer no podrá ingerir alimentos ni líquidos por vía oral durante un tiempo (por lo general, entre 6 y 24 horas), hasta que se normalice la función intestinal.
Luego, se irá introduciendo de manera gradual distintos tipos de alimentos: en primer lugar, líquidos (agua, zumos naturales o caldos), y después, de a poco, sólidos, pero ligeros y de fácil digestión.
Pues bien, de manera general, y para los 60 días posteriores, tener en cuenta estas recomendaciones:
*Consumir alimentos ricos en fibra natural, para agilizar los intestinos y favorecer su vaciamiento. Incluir entonces frutas y verduras, así como cereales integrales.
*Ingerir alimentos ricos en hierro. Es muy frecuente que en la primera semana posterior al nacimiento, la madre presente anemia, en la mayoría de los casos por falta de hierro en la sangre. Habrá entonces que consumir alimentos que contengan alta dosis de este mineral: frutos secos, carnes magras, pescados, huevo, fresas, frutas cítricas, melón, etc.
*Comidas con vitamina C y zinc. Estos dos nutrientes también son esenciales en los primeros días de la mamá, para ayudarla a fortalecer sus defensas y favorecer la cicatrización (en caso de que haya sido por cesárea). No podrán faltar los cítricos (naranjas, mandarinas, limón) ni otros alimentos ricos en vitamina C como los pimientos, ni productos ricos en zinc (carnes rojas, mariscos, semillas de calabaza, etc.).
Via vitadelia.com
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