Entre un 10 y un 15 por ciento de los embarazos terminan en un aborto natural, lo que puede incluir ciertos síntomas puntuales como dolores, hemorragias, escalofríos y fiebre. Para conocer más sobre el aborto natural, las señales de alerta y sobre cómo actuar ante un evento de esta naturaleza, continúa leyendo.
El aborto natural o espontáneo se produce cuando se interrumpe la gestación de forma involuntaria antes de la semana 22. Son muchas las veces que la mujer que lo sufre ni sabía que estaba embarazada. Si la pérdida del bebé se produce después de esa semana, se trata ya entonces de un parto prematuro.
Las causas son múltiples, y pueden ir desde anomalía congénita del feto hasta problemas reproductivos de la madre o por enfermedades o infecciones. Lo importante es estar atenta y conocer los síntomas.
Síntomas de aborto espontáneo
Sangrado vaginal: es el primer y más habitual síntoma, puede ser indoloro o con dolores y cólicos. Según la Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia, los sangrados complican el primer trimestre de casi uno de cada cuatro embarazos, por lo que habrá que consultar al médico ni bien se produzca un evento de este tipo.
Cuando el aborto es inminente o ya se está produciendo, el sangrado y el dolor aumentan. Además, el especialista puede corroborar otros signos, como una dilatación del orificio cervical interno más de ocho milímetros y la presencia de restos ovulares en el mismo orificio cervical o en la vagina.
Algunos abortos espontáneos que generan sangrado vaginal abundante son los embarazos ectópicos, es decir, cuando el embrión se desarrolla fuera del útero, o las gestaciones fallidas, cuando el embrión no alcanza a desarrollarse.
Dolores: el sangrado suele ir acompañado de dolor en el abdomen y en la parte inferior de la espalda. Este tipo de dolor suele ser en forma de cólicos o calambres (como las molestias del período menstrual, pero más intensas).
También sucede que los síntomas propios del embarazo desaparecen, y pueden surgir en cambio fiebre o escalofríos. Incluso podría producirse una disminución del tamaño del vientre. Si esto ocurre, se debe acudir al médico de manera inmediata. Una ecografía o un análisis sanguíneo permitirán determinar si el embarazo marcha bien o no.
Pero además, suele haber una sensación de malestar general, con fiebre y escalofríos. Estos síntomas suelen estar presentes sobre todo si se trata del llamado aborto séptico, que puede ir acompañado además de una complicación infecciosa. Junto a estos síntomas, se producen dolor y sangrado vaginal, con frecuencia de aspecto purulento. Esta situación requiere la atención inmediata de un profesional, ya que puede estar en riesgo la salud de la mujer.
Via vitadelia.com
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