En CETPAG son conscientes del elevado número de casos sobre todo de mujeres, bebedoras en casa, que sufren su enfermedad sin que prácticamente nadie lo sepa más allá de su entorno más cercano. Por ello ofrecen el testimonio de una de sus pacientes con este perfil de consumo de alcohol durante años, que tras un largo período de abstinencia, continúa su recuperación. Porque como a ella le ocurrió, muchas personas sufren una dependencia alcohólica y no son capaces de pedir ayuda y ponerse en tratamiento.
¿Cuándo y cómo detectaste que tenías un problema con el alcohol?
Cuando empezó a incidirrme en mi vida normal; empecé a faltar al trabajo y se deterioró la relación con mis amigos, con mi pareja, con mi familia… Yo nunca lo admití, pero me daba cuenta.
¿Cuál fue el detonante para ponerte en tratamiento?
Que podía perder mi trabajo y mis amigas me empujaron a tomar medidas.
¿Acudiste voluntariamente a pedir ayuda?
Fui “voluntaria a la fuerza”. Quiero decir, voluntariamente no va nadie, se pide ayuda porque la situación llega a un extremo que ya no queda más remedio.
¿Dónde fuiste a pedir ayuda?
En realidad fueron mis amigas. En CETPAG les dieron información sobre mi enfermedad e indicaron cuales eran los pasos para que yo acudiese al centro. Les dijeron que tenían que darme la oportunidad de ponerme en tratamiento y en caso de que no accediera debían dejarme sola hasta que pidiera ayuda. Esto me dio mucho miedo, tanto que pensé “ahora o nunca”, y entonces fue cuando accedí a acudir a una segunda entrevista con ellas y empezar mi recuperación.
¿Cómo fue tu proceso de recuperación?
Muy duro, porque salir no es nada fácil. Primero estuve ingresada en un Centro de Tratamiento de Adicciones durante un tiempo para conseguir la abstinencia. Después empecé el tratamiento ambulatorio en Cetpag. Es donde realmente te das cuenta de lo difícil que es vivir sin consumo, cuando es imprescindible el apoyo terapéutico para hacer frente a tu día a día. Si no es gracias a esta ayuda externa, es casi imposible mantenerse sin consumir. Con el tiempo te vas creyendo que es posible vivir sin beber y en los momentos mas difíciles, ahí esta el equipo terapéutico para echarte una mano y evitar la recaída.
¿Cuánto tiempo llevas en abstinencia y cómo es tu vida actualmente?
Tres años y tres meses. Mi vida es maravillosa. Tengo la sensación de haber nacido de nuevo. Ahora tengo una vida plena y por fin empiezo a valorarla y a disfrutar de ella. Es como vivir la vida en blanco negro y descubrir por primera vez los colores.
¿Qué les recomiendas a las personas que están pasando por tu misma situación?
Que se pongan en tratamiento. Es difícil tomar una decisión, pero no deben dudarlo, existe una salida y está cerca. Deben saber que pueden vivir sin consumir.
Via salud.ideal.es
0 comentarios:
Publicar un comentario