Si estás buscando ser madre próximamente, la elección alimentaria puede serte de beneficio o, por el contrario, de perjuicio. La dieta, así como otros factores específicos, pueden influir en tu posibilidad de éxito a la hora de quedar embarazada. Según un libro escrito por expertos de la Universidad de Harvard, y especializado en el tema, la dieta mediterránea puede ser una de las más indicadas.
“La dieta de la fertilidad” es su nombre y en él se brindan datos y consejos, que te resumimos a continuación. Aquí los tres autores de la publicación coincidieron en que el seguir una alimentación basada en la dieta mediterránea puede ser de gran ayuda para lograr la gestación.
Para llegar a tales conclusiones se basaron en un estudio de gran magnitud que incluyó a unas 18.000 féminas y que se tituló “Enfermeras: Estudio de Salud”.
Qué comer y qué evitar
Básicamente habrá que evitar las llamadas grasas trans, o bien reducir su consumo a menos de un 2 por ciento del total de las calorías ingeridas, ya que de lo contrario las posibilidades de embarazo se reducirían significativamente.
Otro dato a tener en cuenta es el de evitar las harinas refinadas: según esta publicación, las mujeres con más alta carga glucémica tienen un 92 por ciento más de probabilidades de padecer infertilidad ovulatoria. Por ello, uno de los consejos principales es el de evitar el pan blanco y las pastas, y aumentar por el contrario el consumo de pan y pasta integral, además de otros productos como cebada, judías, alubias, verduras y frutas.
Proteínas, mejor de origen vegetal: si el estudio encontró un 39 por ciento más de probabilidades de sufrir infertilidad ovulatoria en mujeres con una alta ingesta de proteínas, en general, tal porcentaje fue menor cuando esas proteínas provenían más de vegetales (como alubias, frutos secos, soja y guisantes) que de fuentes animales.
Otra recomendación es aumentar la ingesta de alimentos ricos en ácido fólico, como son las verduras de hoja verde, tomate, remolacha, brócoli y frutas cítricas, cereales, levadura de cerveza y salvado de trigo. Los expertos también aconsejan incluir un suplemento de ácido fólico (algo que ya es normal para casi todos los embarazos).
Hierro, un mineral esencial: otro nutriente que no puede faltar es el hierro, que se podrá encontrar no solo en carnes sino también en gran cantidad de hortalizas como el tomate, la remolacha, calabaza, espinacas o incluso en las alubias.
También habrá que asegurarse una dosis adecuada de ácidos grasos monoinsaturados: entre ellos, el más importante -una de las estrellas de la dieta mediterránea- es el aceite de oliva. También lo son el aceite de maní y el de canola, además de los pescados grasos, como el atún y el salmón.
Los expertos también aconsejan el consumo de leche entera, o de otros productos lácteos, como helados o quesos, elaborados a partir de esa clase de leche, ya que de los contrario -según sus autores-, la leche desnatada y los productos bajos en grasas contribuirían con la posibilidad de sufrir infertilidad ovulatoria.
No obstante, y con respecto al último punto, los expertos sugieren que la leche desnatada solo sea durante un tiempo, la dieta mediterránea, por el contrario, recomienda un consumo bajo o moderado de productos lácteos, sobre todo queso o yogur, y con preferencia desnatados de forma parcial o total.
Via vitadelia.com
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