Hay muchos deportes con lo que podemos tonificar nuestro cuerpo, quemar grasa y fortalecer nuestros músculos. Sin embargo, si lo que deseamos es trabajar nuestro cuerpo y nuestra mente, desarrollar de igual manera el trabajo físico y mental, las artes marciales serán sin duda nuestra disciplina.
Practicar cualquiera de los múltiples tipos de artes marciales puede ser una excelente solución para encontrar nuestro equilibrio, llevar una vida sana y hacer deporte. Estas prácticas milenarias promueven la salud física y mental, el autocontrol, la disciplina y la protección personal.
Ofrecen muchos tipos de beneficios como la reducción del peso, la tonificación muscular, el aumento de la resistencia cardiovascular, la flexibilidad, la velocidad, la potencia, la coordinación, la autoconfianza y el respeto.
Son deportes muy completos que no consisten en la pelea sino en todo lo contrario. Se trata de fortalecer la mente y el cuerpo para evitar disputas, para evitar los conflictos cada vez que sea posible. Son disciplinas que fomentan el respeto en quienes lo practican, aumentando su autoestima y seguridad.
La mayoría de las artes marciales provienen de Oriente y tienen un potente componente espiritual. Buscan la armonía con una misma, con el otro y la naturaleza. Se puede meditar y fortalecer el espíritu a través de la práctica de este deporte.
Una de las ventajas de la multiplicidad de estas artes es que pueden ajustarse a todo tipo de personas, sin importar edad ni sexo. Sus beneficios van más allá de la mera práctica del gimnasio y pueden convertise en una forma y filosofía de vida.
Existen diferentes disciplinas practicadas en todo el mundo:
Judo: Sistema de combate sin armas de origen japonés en el que dos rivales luchan cuerpo a cuerpo con el objetivo de derribar e inmovilizar en el suelo al adversario, aprovechando la fuerza y el impulso de este.
Karate: Significa “el camino de la mano vacía” y es una disciplina originaria de Japón. Sistema de combate sin armas con diferentes conjuntos de movimientos, denominados “katas” de ataque y de defensa. Exige fuerza y flexibilidad y los dos combatientes deben derribar al contrario mediante golpes secos dados con el canto de las manos, los codos y los pies.
Muay Thai o “arte de los 8 miembros”: Es el deporte nacional de Tailandia con 700 años de tradición y similar al KickBoxing. Se desarrolla por medio de técnicas combinadas de piernas y brazos donde los golpes bajos, los codos y las rodillas están permitidos.
Aikido: Disciplina creada en Japón en la que los practicantes aprenden a utilizar la fuerza del su agresor y su energía para derrotarlo. Se utiliza para la defensa personal y busca la neutralización del contrario en situaciones de conflicto, dando lugar a la derrota del adversario sin dañarlo. Los combates se desarrollan con una armoniosa técnica parecida a la danza.
Kung Fu: Arte marcial chino que tradicionalmente era enseñado por los monjes Shaolin, donde se inculcaba la humildad, el respeto, la confianza y la paciencia. Todos sus estilos utilizan conjuntos de movimientos basados a menudo en diferentes animales, como la base para las técnicas. Se basa en los golpes de pies y manos y requiere una gran concentración mental de los luchadores.
Jujitsu: es un arte marcial japonés clásico que abarca una variedad amplia de sistemas de combate modernos basados en la defensa “sin armas” de uno o más agresores tanto armados como desarmados. Muy popular en Brasil y entre las fuerzas policiales de todo el mundo. Las técnicas básicas incluyen principalmente luxaciones articulares, golpes, patadas, rodillazos, esquivas, empujones, proyecciones y derribos.
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