Hasta un 17% de las mujeres sufre hipertensión durante el embarazo

Con sobrepeso u obesidad aumenta la posibilidad de tener una presión arterial superior a 140/90 mmHg después de la semana 20 de gestación

La hipertensión gestacional es una alteración que puede generar complicaciones en el embarazo, y sobre todo afecta a mujeres con sobrepeso u obesidad, embarazadas de gemelos, mayores de 40 años o las que han presentado estos problemas en gestaciones anteriores. Hasta un 17% de las embarazadas puede padecerla, según la Sociedad Española de Hipertensión-Liga Española para la Lucha contra la Hipertensión Arterial (SEH-LELHA).

«Una mujer es diagnosticada de hipertensión gestacional cuando su presión arterial es superior a 140/90 mmHg después de la semana 20 de embarazo (pasado el cuarto mes y medio desde su inicio), sin que se acompañe de daño en órganos sensibles, especialmente en el riñon», explica la doctora María Abad. «Algunas mujeres presentan cifras de presión arterial elevada antes de la semana 20. Se trata de casos en los que la mujer ya era hipertensa antes de la gestación sin saberlo, ya que se trata de una enfermedad asintomá́tica».

La hipertensión gestacional podría provocar que la gestación finalice antes del término del embarazo (entre 38-40 semanas). «El riesgo de que se produzcan complicaciones graves que comprometan la salud de la madre, es mayor que el beneficio de dejar llevar a término para el feto, aunque en cada caso se va valorando según la evolución», prosigue la doctora Abad. Las complicaciones más graves para la madre podrían ser la preeclampsia, leve o grave, generalmente con una pérdida de proteínas en orina; y el síndrome de HELLP.

Para evitar la hipertensión durante el embarazo, la experta recomienda tres reglas básicas: mantener un estilo de vida saludable, incluso antes de comenzar la gestación, sin perder el ritmo de vida activa; tener una dieta mediterránea variada, con un adecuado aporte de productos lácteos, que puede retrasar la aparición de un problema durante la gestación, y proteínas, para la correcta formación del feto; y añadir un suplemento de ácido fólico, que disminuye las complicaciones neurológicas graves que aparecen cuando se produce un déficit.


Fuente leonoticias.com