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Salud y bienestar para las mujeres

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domingo, diciembre 20, 2015

Síndrome de Asherman: ¿qué es y cómo se trata?

El síndrome de Asherman puede ser la causa de la infertilidad en algunos casos, un problema que provoca adherencias intrauterinas que impiden la implantación del embrión en las paredes del útero.

El síndrome de Asherman aparece cuando el útero sufre un trauma y la herida no se ha curado bien, dejando cicatrices en la pared uterina que provocan diversas adherencias. Su principal causa es después de que a la paciente le hagan un legrado o raspado después de un aborto espontáneo, un aborto voluntario o bien una hemorragia después de haber dado a luz, tanto de forma natural como con cesárea.

Si la paciente tiene algún dispositivo intrauterino, éste puede causar una infección que sea el origen de la adhesión intrauterina. Incluso, en algunos casos, podría darse tuberculosis genital, pero esto sucede solo en los países en los que la tuberculosis está poco controlada. También puede ser causa una infección pélvica que no se haya curado bien, así que hay que tomarse muy en serio el tema para no encontrarse con un problema de esta magnitud.

¿Qué síntomas tiene?

El síntoma más común es que las menstruaciones sean irregulares o tengan poco o ningún sangrado. La ausencia de sangrados se conoce como amenorrea, y hace que las mujeres puedan padecer dolores durante la regla porque las adherencias no permiten que los coágulos de sangre salgan del cuerpo de la matriz.

La infertilidad es otro síntoma muy común, ya que al estar las paredes del útero pegadas, el embrión no puede implantarse por más que lo intente una y otra vez. Eso hace que, aunque tenga lugar la fecundación, el embrión no conseguirá implantarse de ninguna manera hasta que se solucione el problema, lo que dará lugar al aborto espontáneo.

¿Cómo se detecta?

El síndrome de Asherman se detecta mediante un ultrasonido transvaginal, que es el procedimiento menos invasivo. Si no fuera suficiente para que el diagnóstico sea claro, se haría una radiografía del útero, una prueba llamada histerosalpingograma. Con este procedimiento se puede ver si las paredes de la matriz están separadas, como es normal, y si las trompas de Falopio están abiertas.

La mayor precisión en el diagnóstico se puede lograr con la histeroscopia, mediante la cual se introduce una microcámara por el cuello del útero para observar el estado de las paredes uterinas. También se suelen realizar análisis de sangre para descartar que la paciente padezca tuberculosis o esquistosomiasis.

¿Cómo se trata?

Cuando se ha diagnosticado oficialmente el síndrome de Asherman, se introduce una microcámara en el útero junto con unos pequeños instrumentos que servirán para cortar y cauterizar las adherencias, y así separar las paredes. Para evitar que se vuelvan a pegar se suele recomendar un dispositivo que ayuda a mantenerlas abiertas y que debe tenerse durante 3 meses.

La cirugía es muy eficaz para eliminar el síndrome, y tiene la ventaja de que no suele haber complicaciones. Si aparecen, serán principalmente sangrados, infecciones pélvicas o perforación del útero. En la mayoría de los casos no es posible prevenir el síndrome de Asherman.

¿Puede haber embarazo?

El síndrome de Asherman no impide que se pueda lograr el embarazo, pero sí es cierto que al estar las paredes del útero pegadas, será muy difícil poder conseguirlo. Una vez que la paciente se libra del síndrome, puede concebir y concluir con éxito un embarazo con normalidad, siempre y cuando la adherencia no se repita.

Cuando te sometes a un tratamiento para eliminar este síndrome y te implantan un dispositivo intrauterino, debes esperar a que te lo quiten para intentar quedarte embarazada. Si no se lleva a cabo ningún tratamiento, lo recomendable es esperar al menos dos meses para buscar un nuevo embarazo.

Las mujeres que sufren infertilidad por culpa de este síndrome pueden tener un bebé con normalidad después de recibir tratamiento, aunque el éxito dependerá de la gravedad del síndrome y la dificultad que tenga el tratamiento.

¿Cuándo acudir al médico?

Si ves que tu menstruación no regresa después de algún procedimiento ginecológico u obstétrico, llama a tu médico. Hazlo también si son ciclos muy irregulares. Por otro lado, ve a un especialista en fertilidad si llevas más de un año intentando quedarte embarazada y no lo consigues. Si crees que tienes los síntomas, no dejes de llamar a tu médico, un rápido diagnóstico puede ser de gran ayuda para resolver el problema cuanto antes.

¿Conoces a alguien que haya tenido síndrome de Asherman? ¿Lo has padecido tú? ¡Comparte tus experiencias con nosotros! Si has pasado por esto, tus comentarios serán muy útiles para otras mujeres que estén en la misma situación, así que no lo dudes y ayúdanos a aumentar la información sobre este tema para nuestras lectoras.

Via bebesyembarazos.com
Etiquetas: El síndrome

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