Dieta mediterránea, la gran aliada de la menopausia

Los cambios hormonales de esta etapa de madurez femenina puede traer consigo síntomas incómodos y desagradables. Para paliarlos, la nutricionista Marta Gámez nos enseña a hacer de la alimentación una amiga.

Sofocos, alteraciones del sueño, aumento de peso y grasa abdominal, irritabilidad, cambios de humor, fatiga… La etapa de la menopausia trae consigo una serie de síntomas asociados, producidos por el cese de la ovulación y la falta de estrógenos; que encuentran a un gran aliado para su mitigación en nuestra valorada dieta mediterránea.

Así lo explica Marta Gámez, nutricionista de NC Salud a Estetic.es, que también establece que “el cuidado de nuestra alimentación es esencial durante la madurez femenina, ya que el aumento de peso, concretamente la concentración de grasa en la zona abdominal, guarda una relación muy estrecha y demostrada con el desarrollo de enfermedades cardiovasculares”.

Por este motivo, la especialista recomienda llevar a cabo una dieta equilibrada, baja en grasas, azúcares y sal, y rica en frutas y verduras, que no solo nos ayudará a controlar nuestro peso, sino que también contribuirá a frenar la retención de líquidos y a prevenir afecciones de tipo vascular, como la hipercolesterolemia o la hipertensión.

Así pues, según Gámez, la dieta mediterránea juega un importante papel y a partir de los 50 años, debemos seguir las siguientes recomendaciones:

1. Contar con las frutas, verduras y cereales integrales como los alimentos prioritarios de nuestra nutrición diaria, aumentando además la ingesta de productos lácteos desnatados o enriquecidos en calcio para evitar la osteoporosis. Por su parte, la vitamina D también se convierte en un nutriente esencial.

2. Para controlar la acumulación de grasa en el abdomen, se debe regular el consumo de grasas saturadas (bacon, embutidos, manteca, bollería y pastelería), ya que pueden provocar el aumento de los niveles de colesterol en sangre. Tenemos que optar por las carnes magras, como el pavo o el pollo, o por pescados azules que deberemos cocinar al horno, vapor o plancha.

3. Para evitar los sofocos hay que prescindir de las comidas picantes, los excitantes y realizar cenas muy ligeras. Además, para mitigar el conjunto de síntomas que caracterizan a la menopausia, es esencial beber dos litros de agua diarios para mantener una buena hidratación de nuestro organismo, realizar actividad física moderada y evitar el tabaco y el alcohol.

4. Existen también en las farmacias diferentes complementos alimenticios naturales encaminados a la reducción de las sensaciones de sofocos e irritabilidad, que nos ayudarán a controlar nuestra alimentación y a no atravesar episodios de ansiedad y nerviosismo. Además, tenemos a nuestra disposición a expertos cuyo consejo puede sernos de mucha utilidad durante la menopausia, como es el caso del nutricionista cuando no conseguimos seguir una dieta adecuada.

Finalmente, la nutricionista considera que lo más importante es transmitir naturalidad, autoconfianza y serenidad ante esta etapa: “No hay que dejar que los cambios hormonales cambien nuestra vida social o nuestra salud. Simplemente debemos encontrar en la alimentación a nuestro gran aliado y buscar el apoyo profesional y familiar para atravesar esta etapa con la mejor de las sonrisas”.

Via consalud.es