Esto último es tan importante como todo lo demás ya que puede lograr reducir el dolor de las contracciones además de aportar oxígeno al bebé. Pero, ¿cómo hacerlo? ¿Qué tipo de respiración hay que usar en cada fase del parto?
En este artículo aclaramos esas dudas.
- Tipos de respiración. Las principales formas de respiración que te ayudarán en el parto son la torácica, la abdominal y la que se produce a pequeños golpes. La primera consiste en llenar el tórax de aire cogiéndolo por nariz y expulsarlo poco a poco por la boca; en la segunda, la abdominal, lo que se llena de aire es el abdomen; en cuanto a la tercera consiste en expulsar el aire a golpecitos secos muy cortos y sonoros.
- Respiraciones distintas en cada fase. Lo importante es saber cuándo usar cada tipo de respiración para que el parto se desarrolle de la mejor forma posible.
- Fase primera. Al principio, cuando las contracciones aún son muy espaciadas y no muy intensas, el tipo de respiración más recomendado es el abdominal salvo cuando llega la contracción, cuando es preferible la respiración torácica.
- Fase intermedia. Cuando las contracciones empiezan a ser más seguidas y también más intensas, los especialistas aconsejan usar el tipo de respiración que la futura madre desee (torácica o abdominal) entre contracciones y la respiración a golpecitos secos durante las contracciones. En cuanto acabe la contracción, volveremos a la torácica o abdominal para relajarnos y no hiperventilar.
- Fase final. Ya hemos pasado gran parte del trabajo de parto, solo queda la expulsión. En ella lo importante es recuperarse tras cada pujo, por lo que entre empujón y empujón lo mejor es usar la respiración torácica o abdominal, la que la madre prefiera, para volver a tomar aire y retenerlo durante el siguiente pujo.
Via letsfamily.es
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