Los tumores de mama que se detectan mediante mamografías realizadas entre los 40 y los 49 años de edad parecen tener un mejor pronóstico, a tenor de los resultados de una investigación que se publica en la revista Radiology en la que se han analizado los datos de cerca de 2.000 pacientes con cáncer de mama.
Los investigadores del Instituto Sueco de Cáncer en Seattle (EE.UU.) aseguran que los tumores de mama detectados en ese periodo eran más fáciles de tratar y tenían menos enfermedad recurrente y mortalidad, debido a que se encuentran en fases más iniciales.
El equipo de Judith A. Malmgren ha revisado los datos de los pacientes con cáncer de mama de un registro específico; así, analizaron datos de 1.977 pacientes con cáncer de mama de edades entre 40 y 49 años que fueron tratadas entre 1990 y 2008. Los investigadores analizaron el método de diagnóstico (detectados por la mamografía, el paciente o el médico), el estadio en el momento del diagnóstico (0-IV, confirmado por biopsia), y la información sobre el tratamiento y seguimiento anual, incluyendo la recurrencia de la enfermedad.
«Nuestro objetivo era evaluar las diferencias en cuanto a progresión y tratamiento de los tumores de mama detectados mediante la mamografía y los diagnosticados por otros métodos con el fin de determinar si la detección temprana confiere ventajas debido a que la enfermedad se encuentra en una etapa previa», explica Malmgren.
Más y mejor detección
El estudio reveló también un aumento significativo en el porcentaje de tumores detectados con la mamografías: de un 28 por ciento en 1990, al 58 por ciento en 2008. «El incremento en el número de casos detectados mediante mamografías se acompañó de una anticipación en el diagnóstico hacia etapas más tempranas de la enfermedad, que requiere menos tratamiento», afirma Malmgren.
Así por ejemplo, durante los 18 años que duró el ensayo, el número de cánceres de mama diagnosticados en estadio 0 aumentó en un 66 por ciento, mientras que el número de cánceres de mama en etapa III disminuyó en un 66 por ciento.
Terapias menos radicales
Otro hallazgo clave del estudio, según sus autores, se refiere al número de pacientes tratadas; en comparación con las mujeres cuyo cáncer ha sido autodiagnosticado o descubierto por el médico, las pacientes cuyo tumor fue detectado mediante mamografía tenían más probabilidades de tener un tratamiento de conservación del seno y menos probabilidades de recibir quimioterapia. En concreto, eran más propensas a someterse a una lumpectomía (extirpación sólo del tumor), menos probabilidades de someterse a una mastectomía radical y menos probabilidades de fallecer a causa del cáncer de mama.
La Sociedad Americana del Cáncer y otras organizaciones médicas recomiendan que las mujeres deben comenzar a hacerse mamografías anuales a partir de los 40 años. Sin embargo, en 2009, las agencias sanitarias de EE.UU. publicó nuevas directrices controvertidas que eliminaban la recomendación de la mamografía de rutina para mujeres entre las edades de 40 y 49, ya que parecía que los beneficios del cribado fueron superados por los posibles daños, como falsos positivos. En España, la mayoría de las comunidades autónomas establece los 50 años como edad de inicio -la prueba se hará cada dos años-, pero algunas las recomiendan a partir de los 45 años.
Fuente: abc.es
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jueves, febrero 23, 2012
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