Las varices son venas que se inflaman debido a un mal funcionamiento de las válvulas que controlan la presión y el flujo de la sangre. Además de ser antiestéticas son un problema que afecta la calidad de vida personal y laboral de quien las padece
Cuando las venas de las piernas no tienen capacidad suficiente para retornar con eficiencia la sangre al corazón se puede producir una sensación de pesadez e hinchazón, calambres musculares, hormigueo, dolor al caminar y aparición de varices. Es lo que se conoce como la insuficiencia venosa crónica (IVC), una patología que “no es grave, pero sí crónica, y causa gran malestar, porque afecta y deteriora la calidad de vida personal y laboral de los pacientes”, según asegura la doctora Aurora Garre, asesora médica de Cinfa.
El origen del problema
“Las paredes de las venas tienen unas válvulas diminutas que se abren y se cierran, y que, controlando la presión y el flujo de la sangre y ayudadas por los músculos, impulsan la sangre hasta el corazón”, explica la doctora Garre. “Sin embargo, si las venas pierden elasticidad y se deforman, estas válvulas no cierran bien, y la sangre, atraída por la fuerza de la gravedad, se acumula en las piernas”.