Tras unas semanas de recuperación y descanso podrás empezar, poco a poco, a hacer ejercicio. Recuerda que una buena alimentación e hidratación son factores clave, ahora más que nunca.
Tu cuerpo, sometido a grandes cambios
Durante los más de nueve meses que ha durado tu gestación, se han producido muchos cambios en tu cuerpo destinados a acoger al pequeño ser que crecía en tu interior.
Poco a poco, en un proceso lento y pausado, el útero ha ido aumentando de tamaño, el intestino se ha desplazado hacia los lados para dejarle sitio, los músculos abdominales se han ido expandiendo...
Y de pronto, tras el parto, todo vuelve a cambiar. Empieza entonces el puerperio, la cuarentena, un periodo de transición en el que tu cuerpo va volviendo a su ser.
Surge entonces la duda: ¿puedes hacer algo para recuperarte mejor? ¿Es posible empezar ya a practicar algo de ejercicio físico? La clave es ir poco a poco.
¿Cuándo empiezo a hacer deporte?
Durante las primeras semanas conviene que empieces ya a pasear con el bebé, siempre con moderación y de forma progresiva. Puedes descubrir los beneficios que tiene para ti y para tu hijo en el post “Pasear en el postparto”.
Una vez que haya pasado la cuarentena, y siempre que tu ginecólogo te dé permiso, puedes comenzar a incrementar tu actividad física (no lo hagas sin su consentimiento, sobre todo si tu bebé nació por cesárea, ya que esta intervención requiere después unos cuidados específicos).
Mantenerte activa en este periodo tiene muchas ventajas: disminuye el estrés y la ansiedad, mejora el sistema cardiovascular, estimula el sistema inmune, hace que te sientas bien por dentro y por fuera...
A la hora de ponerte en marcha, como ya sabes, el secreto está en elegir una actividad moderada, que no te agote en exceso, especialmente si no hacías deporte antes del embarazo. Pasear o hacer yoga (también puedes practicarlo con tu bebé) son buenas opciones para ti.
¿Y si estoy dando de mamar?
¡Pues perfecto! El ejercicio físico no está contraindicado en la época de la lactancia. Pero sí debes tener en cuenta que debe ser moderado y que es esencial que descanses lo suficiente, que lleves una dieta equilibrada y saludable y que te mantengas bien hidratada, aumentando la ingesta de agua (no solo porque es esencial cuando se hace deporte, sino porque ahora tu cuerpo está produciendo leche para el bebé).
Si tienes presentes estas premisas, adelante: no lo dudes y disfruta de la actividad física para sentirte mejor.
Solo tienes que elegir el ejercicio que te guste, comentárselo al médico, ponerte ropa cómoda prestando especial atención al sujetador (mejor que no te oprima y sea de tejido natural como el algodón)… ¡Y empezar!
Via crecerfeliz
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