Su control se basa en la prevención, identificación y tratamiento de las posibles complicaciones maternas y fetales
Una mujer sana tolera, en general, los cambios que experimenta su organismo durante todo el embarazo. No obstante, los mismos cambios pueden provocar descompensaciones en el corazón de una gestante con antecedentes de cardiopatía. Si el riesgo es muy elevado para la madre, los expertos recomiendan interrumpirlo. Si este riesgo es aceptable, como ocurre en la mayoría de casos, se debe realizar un seguimiento escrupuloso durante todo el proceso y el posparto inmediato.
A medida que transcurre la gestación, la mujer experimenta cambios físicos y fisiológicos debido a las adaptaciones al nuevo tipo circulatorio y a los requerimientos del feto en constante crecimiento. A pesar de que estos cambios se dan en casi todos los órganos y sistemas, sus efectos en el corazón de las embarazadas con enfermedad cardiológica pueden poner en peligro su salud y la del futuro bebé. Cambios en el volumen sanguíneo, la resistencia vascular, la frecuencia cardiaca o la coagulación son algunas de las principales complicaciones. Y aunque no es frecuente -la Sociedad Española de Cardiología (SEC) estima que la cardiopatía afecta a entre 0,4 y 2 embarazadas de cada 100-, se deben tomar precauciones antes y durante todo el proceso.
Control ordinario estricto