Eso ha hecho invisible, en cierto modo, la forma de enfermar de las mujeres", afirma Emilia Bailón, médica y vicepresidenta de la semFYC (Sociedad Española de Medicina Familiar y Comunitaria) y miembro de su grupo de atención a la Mujer, quien añade: "es cierto que se ha intentado corregir, no solo en nuestro país, en Reino Unido tuvieron que hacer un esfuerzo y una guía de buena práctica para que se incluyeran mujeres en los ensayos clínicos"."Hay un ejemplo muy claro.
En el infarto de miocardio se habla de signos típicos y cuando nos referimos a la mujer, a quien se le manifiesta de otra forma porque la irradiación en vez del brazo va a la mandíbula, se habla de signos atípicos", asegura la doctora.Afortunadamente esta circunstancia se está corrigiendo pero se ha tenido que hacer un esfuerzo.