Durante el embarazo es importante mantener una alimentación sana y equilibrada.Una de las pautas esenciales es evitar el consumo de comidas que pueden afectar al correcto desarrollo del bebé y al mantenimiento del buen estado de salud de la madre.Existen una serie de alimentos que son imprescindibles en la dieta de la mujer embarazada como:
-Ácido fólico: Se encuentra en los vegetales de hoja verde (espinacas, berros..) en la fruta fresca y ácida, en algunas legumbres (lentejas y garbanzos), en los frutos secos, el germen de trigo, y en algunas algas. Todo ello, previene en el desarrollo del bebé la aparición de la espina bífida, las fisuras palatinas y los partos prematuros.
-Hierro: Se encuentra en los alimentos de origen vegetal, pero también en legumbres (alubias y lentejas), frutos secos, verduras como las acelgas y en los cereales integrales, aunque en menor cantidad. Es importante vitamina C (naranjas, limones, pomelos, pimiento, kiwis, etc.), para una mejor asimilación del hierro.
-Calcio: En los lácteos (leche, yogur, queso, mantequilla…), es importante su consumo para ayudar a formar los dientes y los huesos del futuro bebé.
-Frutas y verduras: Procurar que tengan una gran variedad de colores; y lavarlas bien antes de consumirlas, porque se aconseja que también se coma la piel, puesto que en ella se concentran muchas y necesarias vitaminas y minerales.
-Y beber líquidos, especialmente agua, entre 1,5 y 2 l diarios.
El café, el té, los refrescos de cola y el chocolate deben de ser consumidos con moderación durante el embarazo. La razón es que todos estos alimentos contienen cafeína una sustancia que traspasa la placenta y se asocia con algunos efectos farmacológicos como la alteración de la frecuencia cardiaca, la tensión arterial y el sueño.
Tampoco se debe abusar de pez espada, el tiburón, el atún rojo y el lucio, ya que todas ellas contienen altos niveles de mercurio, una sustancia de elevada toxicidad que traspasa la placenta y puede alterar el desarrollo del bebé.
En cuanto la carne, hay que cocinarla bien para evitar la infección por toxoplasmosis, y evitar el consumo de leche cruda sin pasteurizar, para evitar la infección por Listeria. No abusar de quesos frescos, brie, camembert, roquefort o feta.
Fuente blognutricionysalud.com
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domingo, marzo 30, 2014
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