En esta etapa destacan los cambios físicos y hormonales de las mujeres por lo que te proponemos una serie de pautas alimentarias y algunos ejercicios que te ayudarán a mejorar tu calidad de vida.
La menopausia es una de las etapas en las que la mujer sufre más cambios hormonales. Se trata de un nuevo periodo que no hay que temer, sino saber cómo sobrellevarlo y conseguir disfrutar de él.
La Sociedad Española de Nutrición Comunitaria (SENC) consumir 2 litros de agua, llevar a cabo una alimentación saludable y practicar ejercicio favorecen el buen estado de la salud durante este periodo.
PAUTAS ALIMENTARIAS
Ante todos los cambios físicos y hormonales que provoca la menopausia, una alimentación equilibrada puede contribuir a mejorar tu calidad de vida. Por eso, hay una serie de pautas que deberías tener en cuenta:
1. Aumentar el consumo de frutas y verduras.
2. Reducir las grasas saturadas.
3. Aumentar el consumo de alimentos ricos en Omega 3 como el pescado azul.
4. Incluir alimentos ricos en hidratos de carbono.
5. Aumentar el consumo de aceite de oliva y frutos secos.
6. La vitamina D ayuda al cuerpo a absorber el calcio.
7. Evitar el tabaco y el alcohol.
8. La soja actúa sobre el colesterol y favorece el control de los sofocos.
EJERCICIOS RECOMENDADOS
Practicar ejercicio de forma controlada a partir de los 50 años tiene grandes beneficios para la salud, sobre todo en materia de prevención y para mantener la masa muscular. Sin embargo, las mujeres deben prestar una mayor atención a sus huesos, ya que la osteoporosis afecta sobre todo al género femenino una vez desarrollada la menopausia.
Por tanto, para combatir esta enfermedad ósea es recomendable practicar una serie de ejercicios frecuentemente:
Pesas: los ejercicios de fuerza muscular queman grasa y fortalecen los huesos.
Ejercicios cardiovasculares: proteger el corazón es muy importante durante esta etapa en la vida de las mujeres. Aunque solo sea durante un rato corto cada día, es muy recomendable pasear, correr o montar en bici. Eso sí, nadar es el deporte más completo por excelencia para las personas mayores.
Pilates, Yoga o meditación: la práctica de Pilates puede ayudarte a mantenerte flexible y a conservar la forma de tu suelo pélvico y evitar así las primeras incontinencias. En cambio, el Yoga y la meditación te ayudarán a reducir el estrés, el cansancio y los síntomas de los sofocos.
Prácticas caseras: ponerte música y bailar, subir y bajar escaleras, bajarse del autobús una parada antes o andar en lugar de coger el coche para todo pueden ser una suma de buenos hábitos que te ayudarán como complemento a los ejercicios.
Eso sí, antes de poner en marcha cualquiera de los tips planteados, desde Estetic.es recomendamos consultarlos primero con un profesional médico para establecer cuáles son los más adecuados a tu caso personal.
Via consalud.es
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