La fecundidad en edades avanzadas, cada vez más frecuente, conlleva múltiples riesgos

El embarazo en edades avanzadas es un hecho cada vez más frecuente por múltiples motivos socio-económicos.

Aunque la fertilidad disminuye después de los 32 años y de los 37 más aún, según ha afirmado el especialista en ginecología y medicina de la reproducción en la Unidad de Reproducción Asistida del Hospital Vithas Nuestra Señora de América, Juan Ordás, es habitual que las mujeres se dispongan a tener hijos a estas edades a pesar de los múltiples inconvenientes.

La principal razón por la que las mujeres tienen hijos a estas edades es la búsqueda de un estatus laboral y de un nivel alto de ingresos para poder hacer frente a los muchos gastos que supone la maternidad. No obstante, la espera suele suponer problemas en la gestación, como la disminución de la fertilidad, que supone que muchas mujeres tengan que recurrir a la reproducción asistida o los riesgos de malformaciones en el feto y enfermedades asociadas al embarazo.

"Las mujeres después de los 40 años y más pueden quedarse embarazadas mediante la donación de óvulos, y cualquier mujer que tenga útero puede lograr el embarazo", aunque existen límites determinados por criterios de salud materna y del recién nacido, "el deber médico es cuidar de la salud de ambos", ha explicado el doctor Ordás.

Los riesgos de malformaciones y defectos genéticos de los recién nacidos se producen con mayor facilidad en edades avanzadas de la madre, así como el incremento de posibilidades de aborto y muerte fetal. "Se cree que la causa radica en el aumento de las aneuploidías, el tener más o menos cromosomas, que se producen por el envejecimiento de las células germinales femeninas", ha señalado Ordás.

Además, puede haber un aumento de las complicaciones obstétricas, "la cesárea es el parto habitual en estos casos". Existe también riesgo de padecer enfermedades graves asociadas al embarazo como diabetes o hipertensión, cinco veces mayor, unos riesgos que aumentarían en caso de embarazo gemelar, por lo que "se recomienda la transferencia de un solo embrión".

La maternidad en edades mayores supone otras ventajas inherentes al paso del tiempo en una persona, como suelen ser un mayor nivel cultural, mayores conocimientos, mayor nivel económico y mejores relaciones materno-filiales, ya que "las madres que buscan un hijo a esas edades es porque lo desean con todas sus fuerzas y esa motivación facilita el buen desarrollo afectivo del niño".


Via sabervivir.es